Quince días después fui bautizado por el Espíritu Santo y luego fui bautizado en agua. Desde ese momento inició una etapa especial para mi vida, pues literalmente fui prosperado por Dios en todas las cosas. A los 27 años poseía casa propia, carro de último modelo y no debía un solo centavo. A los 28 años fui llamado por el mismo Señor a dejar todo lo material y servirle a tiempo completo. Había sido fogueado estando al frente del Departamento de Discipulados de Ministerios Elim en Guatemala y luego, siendo enviado a enseñar en iglesias de la ciudad y del interior del país. Conocí selvas y montañas, y fui enviado donde nadie quería ir, debido a la situación entre la guerrilla y el ejército.
Después de cumplir con la misión que el Señor, de antemano tenía preparada para mí en Guatemala, el Señor movió a mí, en ese entonces Pastor, el Dr. Otoniel Ríos Paredes quien estaba a cargo de Ministerios Elim Guatemala de ese tiempo, y el 15 de diciembre de 1987 me envió a la República Dominicana, donde llegué junto con mi esposa Walesca Cano, y después a un pequeño grupo de hermanos iniciamos una obra en un lugar alquilado. Más tarde, Dios nos permitió comprar la primera de cinco propiedades con las cuales contamos actualmente, y edificar un precioso templo, donde lo más hermoso ha sido, ver la manifestación de Su Presencia y Su Gracia todos los días.
Dios me ha permitido escribir cuatro folletos doctrinales llamados “Espigando” y el libro “La Revelación del Padre de Amor”, el cual trata de cómo destruir al espíritu de orfandad que tomó dominio sobre el hombre como producto de la Caída, y le robó el concepto del Padre de Amor. Nunca imaginé que este libro produciría tanto impacto en diferentes lugares del mundo, especialmente entre personas no creyentes, de las cuales he recibido el testimonio de que han establecido una relación personal con Dios por medio de Jesucristo.
En la actualidad Dios me ha permitido ver como nuevas obras se han abierto en diferentes lugares, tanto a nivel nacional como internacional, siendo la última: “Iglesia Casa sobre La Roca”, en Cauquenes, Chile y otras en Estados Unidos. El ver como Dios ha levantado personas a mi alrededor, y les ha dado preciosos ministerios, es motivo de regocijo para mí, pues se cumple con esto el deseo de nuestro Señor Jesucristo: “La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies”(Lc.10:2)